José Guerra: La vivienda
José Guerra | lunes, 29 noviembre 2010 06:20 a.m.
Tomó el Gobierno un camino peligroso: expropiar viviendas y empresas constructoras con el argumento que éstas estaban estafando a inocentes compradores que pagaban y nunca se les entregan su casa o apartamento. Presenta la propaganda oficial, en micros de radio y televisión, a una señora víctima de los especuladores. Cuando se quiere exponer el dolor como instrumento político siempre las mujeres son la carnada para ese propósito.
¿Hubo constructores y estafadores que aprovecharon la oportunidad que brinda la escasez de vivienda? Por su supuesto, y muchos. ¿Han debido expropiar apartamentos y maquinarias? No. Se ha debido sancionar con la ley los casos puntuales, pero no afectar la industria como un todo. Lo que va a ocurrir en el futuro inmediato es lo que ya está ocurriendo hoy, y es que los constructores y promotores van a detener los nuevos proyectos y toda la responsabilidad de levantar las casas y cubrir la elevada y creciente demanda va recaer exclusivamente sobre el Gobierno. A menos que el Estado acuda a la fuerza emprendedora y las grandes inversiones que harían los empresarios socialistas congregados en Empreven, cuyas empresas son ejemplo para el país y el mundo, financiadas todas ellas por el generoso fisco nacional.
Venezuela vive una especie de torneo de demagogia con el problema de la vivienda. Cifras del BCV hablan por sí solas. La industria de la construcción está paralizada desde hace más de un año y en este tercer trimestre recién concluido en septiembre, fue la construcción la única actividad que acentuó su caída.
Información hasta septiembre de 2010, indica que respecto a 2008 la producción de acero cayó 64%, la de cabillas 9% y la de cemento 17%. Sin esos materiales, no se puede construir las viviendas que los venezolanos más necesitados demandan. Aquí está parte del problema: casas y apartamentos no se culminan a tiempo porque faltan los insumos. Y al faltar esos insumos sus precios aumentan.
¿Hubo constructores y estafadores que aprovecharon la oportunidad que brinda la escasez de vivienda? Por su supuesto, y muchos. ¿Han debido expropiar apartamentos y maquinarias? No. Se ha debido sancionar con la ley los casos puntuales, pero no afectar la industria como un todo. Lo que va a ocurrir en el futuro inmediato es lo que ya está ocurriendo hoy, y es que los constructores y promotores van a detener los nuevos proyectos y toda la responsabilidad de levantar las casas y cubrir la elevada y creciente demanda va recaer exclusivamente sobre el Gobierno. A menos que el Estado acuda a la fuerza emprendedora y las grandes inversiones que harían los empresarios socialistas congregados en Empreven, cuyas empresas son ejemplo para el país y el mundo, financiadas todas ellas por el generoso fisco nacional.
Venezuela vive una especie de torneo de demagogia con el problema de la vivienda. Cifras del BCV hablan por sí solas. La industria de la construcción está paralizada desde hace más de un año y en este tercer trimestre recién concluido en septiembre, fue la construcción la única actividad que acentuó su caída.
Información hasta septiembre de 2010, indica que respecto a 2008 la producción de acero cayó 64%, la de cabillas 9% y la de cemento 17%. Sin esos materiales, no se puede construir las viviendas que los venezolanos más necesitados demandan. Aquí está parte del problema: casas y apartamentos no se culminan a tiempo porque faltan los insumos. Y al faltar esos insumos sus precios aumentan.
Según el BCV, los precios de los materiales para la industria de la construcción aumentaron 73% entre octubre 2010 y 2008. Con elevada inflación las viviendas van a tener que subir de precio, algo que nadie quiere o desea pero que es inevitable. Una política de viviendas pasa por el hecho de que el Estado asuma su rol de facilitador llamando a constructores, promotores y trabajadores, con reglas claras que hagan viable la inversión en ese sector, pero nunca usando la amenaza y el rencor como consigna.
( NECESARIO ES QUE EL MINISTERIO DE VIVIENDA ASUMO VERDADERAMENTE SU ROL RECTOR SOBRE EL TEMA DE LA VIVIENDA Y QUE INCLUYA DENTRO DE ESTAS EL TEMA DE GENERAR Y ADMINISTRAR LAS ESTADISTICAS DEL SECTOR Y NO DEJARLA EN MANOS DE OTRAS INSTITUCIONES NO ESPECIALIZADAS EN EL TEMA, NI SIQUIERA EN LAS DEL ESTADO, COMO LO ES EL BCV. EL PROPIO DISEÑO DE LOS INDICADORES QUE DESCRIBEN LA DINAMICA DEL SECTOR DEBEN SER REVISADOS, CONCRETAMENTE, EL INDICADOR "VIVIENDAS CONSTRUIDAS", LOS CUALES TAL COMO ACTUALMENTE ESTAN ELABORADOS, PENALIZAN FUERTEMENTE LA GESTION DE LA REVOLUCION EN CUANTO A LA PRODUCCION DE VIVIENDAS, EN RAZON QUE LAS VIVIENDAS DEL PASADO ERAN MAS PEQUEÑAS EN DIMENSIONES, MENOS EQUIPADAS QUE LAS ACTUALES, EN CUANTO A OBRAS COMPLEMENTARIAS COMO SERVICIOS EDUCATIVOS, DE SALUD, ETC Y SIN EMBARGO, IGUAL SE CONTABILIZAN COMO "VIVIENDAS CONSTRUIDAS". POR OTRO LADO EL TEMA DE LA INFLACION DEBE SER CONSIDERADO, LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCION ASUME COMO VALOR PARA EL AJUSTE EL "INPC", QUE ES UN INDICADOR DE VARIACION DE PRECIOS DE TODAS LA ECONOMIA, EN LUGAR DE RESTRINGUIRSE SOLO AL INDICADOR ESPECIALIZADO DE PRECIOS DEL SECTOR CONSTRUCCION, HACIENDO CRECER LOS PRECIOS ARTIFICIALMENTE MUCHO MAS ALLA DE LO RACIONAL. EL MINVIH, EN ESTE SENTIDO, DEBERIA TENER UN SEGUIMIENTO MAS ORDENADO Y CIENTIFICO A LOS PRECIOS DE LOS MATERIALES PARA LA CONSTRUCCION POR RUBROS, Y POR REGIONES, Y NO INDICADORES GENERALES DE PRECIOS - AMILCARX )
Economista
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